martes, 2 de septiembre de 2014

C750 1CxD02-126



C750 1CxD02-126   (2 de septiembre de 2014)

Muralla

© Jorge Claudio Morhain
Los ejércitos golpearon la muralla, una y otra vez. Primero armados de hachas y alabardas. Luego con espadas de bronce y catapultas. Finalmente, un cañonazo comenzó la destrucción de la piedra lunar, la más dura posible, que constituía aquellas paredes milenarias. Pasaron meses, pasaron años de constante golpear en el mismo punto, perforando poco a poco un agujero en las pared.
Cuando, finalmente, los ejércitos lograron perforan la gran muralla, ingresaron en horda, dispuestos a capturar lo que sea que hubiese del otro lado (a esta altura ya no quedaban ni mitos sobre lo que se protegía; sólo que debía ser muy valioso, para resistir tanto tiempo el asedio).
Del otro lado del inmenso muro, cruzando el agujero pacientemente tallado a cañonazos, descubrieron que adentro había una segunda muralla, tanto o más imponente, tanto o más resistente, al parecer, que la primera.
Y cuenta la leyenda que siglos más tarde, luego de intermitentes guerras y novedosos métodos de ataque, aquella  segunda muralla fue derrotada, y los atacantes encontraron una tercera, tanto más inexpugnable, tanto más poderosa que las anteriores.
Y así sucesivamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario