sábado, 19 de abril de 2014

1CxD.02 - 001 SOLEDAD



1CxD.02


Durante toda mi vida, trabajé por encargo. No significa que fueran malos trabajos o hechos a desgano. Simplemente, el encargo era el disparador. El neoliberalismo de Menem destruyó (también) la “industria” de la historieta. En 2002 estuve desocupado. En 2006 me pregunté por qué no escribía nada, solamente porque nadie me encargaba nada. Surgió el proyecto 1CxD, Un Cuento Por Día. Llegué a 60 cuentos, y luego volví al trabajo en relación de dependencia, y lo terminé. Estoy casi en la misma situación. Y voy por 1CxD.02. Sólo que esta vez publicaré mi trabajo diario en mi blog. Ahí vamos.


1CxD.02 – 001


SOLEDAD

La soledad es un manto de niebla. Tan espesa, a veces, que parece que lo aplasta a uno. Otras veces es suave, leve, y aún se disgrega en pequeños algodones que se enredan en los rincones. Como manejando en la niebla, uno tiene que mirar siempre al frente, a la luz que tiene delante, la pantalla de la computadora.
Me fui de mi casa hace treinta años. No me fui lejos. Hice un estudio a diez metros, al fondo. Por entonces trabajaba día y noche, escribiendo ficciones. Y el ruido de la casa, los chicos, pero por sobre todo el televisor, eran intrusos indeseados. Así que me aislé. Yo creé la niebla, en parte. O eso creo. O eso me invento para no llorar por los rincones.
 Pero la soledad me viene de antes. Pasa que a los diez años me vine a Máximo Paz. Entonces eran 6 x 6 manzanas, con pocas casas cada una. Cambió tanto mi vida que me cuesta reflexionarme de antes de entrar en la luz, el aire, el sol y la luna inmensos, y los animales cercanos.
Eso fue entonces: Máximo Paz es ahora un suburbio de tango.
El problema con Máximo Paz era que yo leía. Inventaba formas de leer, siestas furtivas, préstamos, compras, robos de libros. Y casi nadie más, en la aldea, leía.
Eso significaba, claro, la soledad.
La fui modelando desde entonces, a fuerza de disimular, de fingir que me interesaba el fútbol. O que no entendía de ciencia, o que no veía las frases mal escritas o las faltas de ortografía. Porque aprendí pronto que peor, mucho peor que la soledad, era el rechazo. Y si uno contradecía al otro, que casi siempre tenía convicciones convertidas en actos de fe, empezaba a ser despreciado, radiado. Marginado. Ah, así es. La soledad.

Porque la soledad
Peca de soberbia,
Abusa de omnipotencia,
Asombra, apabulla, impacta.
Pobre tipa. Sola de toda soledad.
Tan cruel, tan fría,
Tan desamparada…
Que se puede caer en la tentación
Irreversible, mierda,
De querer consolarla…
Ja.
Mina obsesiva,
Paica envolvente,
Absorbente, espesa
Como leche con chuño.
Y entonces,
Si te enredaste,
Si te enmarañaste,
Tendrás que esperar una soga,
Un tractor, un elefante,
Que te saque a los tirones
Del pantano.

19 de marzo del 14


No hay comentarios:

Publicar un comentario